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"Con las manos en la masa… Pero mucho más que pan"
Fecha: 09/09/2012
Fuente: Lic. Andrea Milanesio
En el Barrio Virgen de Guadalupe, de la ciudad de Reconquista, noreste de la Provincia de Santa Fe, nació hace casi dos años un emprendimiento de base social en el marco del Programa de Abastecimiento Básico (ABC) del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
Un barrio de unas 650 familias, con un alto porcentaje de jefes de familias que cuentan con trabajo inestable (changarines, empleados municipales, metalúrgicos, textiles, etc.,) de adultos que no completaron su escolaridad, un barrio que no cuenta prácticamente con comercios instalados, sino unos pocos kioscos, o despensas, por lo que dependen de un proveedor que ofrece productos a precios elevados y de mala calidad, y deben desplazarse no menos de 30 cuadras para obtenerlos.
En ese mismo barrio existe una organización conformada por los vecinos, llamada Mesa de Gestión Asociada del Barrio Virgen de Guadalupe, integrada por representantes de las instituciones que existen en el Barrio, quienes conocen la iniciativa del Programa de Abastecimiento Básico Comunitario (ABC) de INTI que tiene como finalidad abastecer de bienes básicos de consumo a los integrantes del barrio, obteniendo un producto de calidad, industrializado y a precio social, siendo los vecinos los protagonistas de llevarlo a cabo.
La Mesa invita a jóvenes del Barrio a ser partes de esta iniciativa, a llevar adelante un emprendimiento de base social, que en sus prioridades definen sea una panadería para abastecer de pan al Barrio y a Barrios cercanos, siendo el pan, un producto de primera necesidad para los sectores de menores recursos económico.
En el año 2007 comenzó a gestarse lo que hoy es la Cooperativa Panadería Guadalupe LTDA, integrada por 7 personas, principalmente jóvenes del mismo Barrio.
La instalación del proyecto se realiza en un terreno donado por el obispado de Reconquista, con el apoyo del Municipio y del Instituto Nacional de Tecnología industrial (INTI) que fue quien aportó el dinero para financiar el equipamiento del emprendimiento, maquinarias y refacciones necesarias para la producción de productos seguros.
El INTI acompaño el proceso desde el comienzo, aportó capacitaciones en producción, buenas prácticas, comercialización, nutrición garantizando así que la panadería en un primer momento logre su punto de equilibrio y pueda ofrecer un producto de calidad y a buen precio a los vecinos.
Después de varias y largas gestiones el 22 de setiembre de 2010 inaugura la panadería y abre sus puertas a la sociedad.
Detrás de esta experiencia no hay sólo un emprendimiento de base social, sino personas, familias que primero confiaron en que ellos mismos podían ser protagonistas de cambiar su propio destino, que tenían
ganas de superarse y la oportunidad de brindarle al barrio un servicio de calidad, un producto competitivo, de calidad industrial y a buen precio.
Este emprendimiento ya está por cumplir sus 2 años de vida, demostrándole a la sociedad que estas “cosas” si funcionan, acá hay un claro ejemplo de que el trabajo compartido, gestado con y para la gente puede dar los frutos en tiempo y forma. Hoy no sólo abastecen al barrio y a barrios vecinos, sino que producen el pan que llega a las escuelas de la ciudad por ganar la licitación municipal con iguales condiciones que panificadoras mucho más complejas y de mayor trayectoria.
Un verdadero emprendimiento de la economía social y solidaria, que según Corragio, es un modo de hacer economía, organizando de manera asociada y cooperativa la producción, distribución, circulación y consumo de bienes y servicios no en base al motivo de lucro privado sino a la resolución de las necesidades, buscando condiciones de vida de alta calidad para todos los que en ella participan, sus familiares y comunidades, en colaboración con otras comunidades para resolver las necesidades materiales a la vez que estableciendo lazos sociales fraternales y solidarios, asumiendo con responsabilidad el manejo de los recursos naturales y el respeto a las generaciones futuras, consolidando vínculos sociales armónicos y duraderos entre comunidades, sin explotación del trabajo ajeno.”
Si las instituciones públicas y privadas junto con las familias que son foco de las políticas de estado trabajamos mancomunadamente podemos demostrar que se puede desarrollar localmente lo que se consume, que esas 7 familias, que ya incorporaron a otros jóvenes, pueden tener un ingreso digno al que no podrían haber accedido por los trabajos que se ofrecen en el barrio.
El proyecto va por más, se espera poder replicar la experiencia pero con otros productos como ser carne, leche, pescado, porque esto no es sólo una panadería sino un trabajo digno, y el abastecimiento básico de las familias de menores recursos con productos de calidad y al precio que los vecinos pueden pagar por el servicio que se merecen…
“para poder mañana lo que hoy es imposible, tenemos que ir haciendo lo que hoy es posible” Paulo Freire