¿Por
qué PRAXIS?
Existir humanamente es pronunciar el mundo, es transformarlo, dice
el pedagogo brasilero Paulo Freire, y continúa, los
hombres no se hacen en el silencio, sino en la palabra, en el trabajo, en la
acción en la reflexión (Freire,
1972b: 104). Desde allí es que partimos, que nos pronunciamos, desde dónde
pretendemos ocupar un lugar de relevancia en la región.
Freire en Pedagogía del Oprimido define la Praxis como la reflexión y acción de los hombres sobre el mundo para transformarlo. Reflexión
y acción como una unidad indisoluble, como par constitutivo de la misma y por
lo tanto imprescindible. La tensión entre este par dialéctico es una cuestión
que constantemente se repite en toda práctica social. Si bien en algunos
escritos como “Astutos e inocentes” Freire habla de praxis teórica: “la praxis
teórica es lo que hacemos desde el contexto teórico, cuando tomamos distancia
frente a la praxis que se ha realizado o se está realizando en un contexto
concreto con el fin de clarificar su sentido” (Freire, 1979: 5), ello no
implica que deje de estar refiriéndose al par completo de la misma, ya que
reconoce que “sólo es auténtica en la medida en que no se interrumpe el
movimiento dialéctico entre ella y la subsiguiente praxis realizada en el campo
concreto. De ahí que ambas praxis sean momentos indivisibles dentro de un mismo
proceso que podemos conocer en términos críticos” (Freire, 1979: 5).
Universidad y Desarrollo
La globalización y el avance del progreso tecno-productivo han provocado el replanteo del rol correspondiente a las instituciones vinculadas a la promoción del desarrollo, como así también de las políticas y los instrumentos que se utilizan. El análisis sobre el sector educativo plantea retos al papel que desempeñan las universidades, otorgándoles un mayor protagonismo como actores claves del Territorio.
Por un lado, los debates giran en torno a la pertinencia de los contenidos a abordar en los planes de estudio, con una necesidad de generar mecanismos para la actualización permanente. Por otro lado, es preciso aumentar el encuentro entre las universidades y el entorno donde se sitúan para participar de los cambios y de la formación de capacidades. La investigación, por su parte, es un requisito para dar respuesta a esos retos y para incrementar la presencia de la enseñanza superior en la innovación generando conexiones con las dinámicas del territorio.
En este contexto, la región a la que pertenece la Facultad Regional Rafaela (UTN) se caracteriza por hacer el esfuerzo en sostener el cambio basado en una fuerte apuesta a la educación, a la innovación en las empresas, a la política pública y al fortalecimiento de sus instituciones. El estado local, el sector privado, la comunidad educativa y diferentes actores de la Sociedad han realizado acciones para fortalecer ese proceso de construcción colectiva.
La formación, el diálogo, los liderazgos democráticos, el levantar la mirada hacia el futuro son elementos diferenciales en la historia de esta región.
Con este marco, la UTN-Rafaela, en alianza con el gobierno local y en colaboración con otras organizaciones fortalece la apuesta y crea, en año 2010, la Maestría en Desarrollo Territorial como una propuesta de formación de posgrado diseñada para responder a las exigencias que se plantea en la actualidad para actuar en los ámbitos territoriales. El
proceso formativo ya lleva sus seis primeras ediciones y pasaron por las aulas
de la UTN FRRa más de 150 alumnos y alumnas provenientes de diversos espacios
institucionales de Rafaela y de la Región como así también de otros lugares de
Argentina y Uruguay.
La Maestría, además de su insoslayable finalidad académica, promovió el análisis de casos y de políticas, la participación en espacios de concertación para la reflexión estratégica y la investigación para la generación de cambios en los procesos de desarrollo territorial, apostando, de esta manera, a recrear la relación Universidad-Territorio volviéndola mucho más cercana y de co-construcción.
Esto junto a ciertas acciones impulsadas desde el ámbito académico permitió un stock de conocimiento desde la práctica que excede el rol del posgrado poniéndonos en la necesidad de avanzar en un espacio específico dedicado a la investigación con mecanismos que generen retroalimentación entre la comunidad y el conocimiento.
Se crea así, el 14 de agosto del 2014, el Instituto de Investigaciones Tecnológicas y Sociales para el Desarrollo Territorial con el objetivo de construir un espacio de análisis e investigación para
favorecer la innovación en el desarrollo territorial de la región con una
reflexión académica compartida con otros centros y agentes que participan del
desarrollo.
El Instituto parte del diálogo, de la participación, del trabajo en red, del aprendizaje conjunto. En efecto, una de las definiciones más importantes es aquella que define al desarrollo territorial como un proceso de construcción de capacidades con el que se pretende trabajar en la mejora (Albuquerque, Costamagna, Ferraro. Unsam 2008). Además,
se inscribe dentro de la estrategia del enfoque
pedagógico para
el DT, con Miren Larrea, James Karslen y Pablo Costamagna como principales
referentes, en una línea de acción que contempla la promoción, acompañamiento y
facilitación de espacios de reflexión que, a su vez, se traduzcan en procesos
de co- construcción del conocimiento.
Objetivos y líneas de trabajo
Objetivos específicos:
- Reflexionar sobre los cambios, la complejidad y los territorios contribuyendo en los espacios de diálogo y debate.
- Fortalecer los procesos de investigación entre quienes integran el Instituto, a través de las tesis presentadas en el marco de la Maestría.
- Generar conocimientos para el cambio a partir de la interacción con el entorno territorial y sus instituciones, planteando la innovación en sentido amplio.
- Vincular a la Maestría con otros espacios de investigación nacional e internacional para intercambios y producción conjunta sumando nuevas propuestas de formación.
- Consolidar un equipo de trabajo para brindar asesoramiento y servicios.